Cada día somos más conscientes de que nuestro consumo debe ser saludable, respetuoso con los animales y con el medio ambiente. La demanda de cosméticos orgánicos, ecológicos o bio está aumentando drásticamente. Cada vez menos consumidores están dispuestos a exponerse a las oscuras masas de ingredientes sintéticos que conforman los cosméticos convencionales.
¿Que esperamos de la Cosmética hoy en día?
Evidentemente, hoy prestamos mucha más atención al origen de los ingredientes y cómo se procesan. Esperamos prácticas éticas y sostenibles de los fabricantes, desconfiamos de las afirmaciones engañosas y deseamos un etiquetado confiable y transparente para ayudar en la toma de decisiones.
Los productos de belleza y cuidado de la piel más populares ya no dependen de ingredientes sintéticos. Queremos saber dónde se obtienen los ingredientes o materiales para los productos, como se hacen, por quien están hechos y si cuidarán o dañarán nuestra salud a largo plazo. Los productos de belleza se colocan directamente sobre la piel y lógicamente nos interesa saber su origen.
Parece que a medida que el mundo cambia, está surgiendo una nueva forma de consumismo, basada en los principios de conciencia y preocupación por las personas y el planeta. Queremos que nuestras compras sean buenas para nuestros cuerpos y nuestro planeta. Hasta aquí todo correcto pero el problema empieza cuando no tenemos clara la diferencia entre natural y orgánico y su repercusión.
Teniendo en cuenta que la demanda de cosméticos, conocidos como naturales está aumentando de manera drástica creemos necesario primeramente aclarar conceptos antes de entrar en la cosmética orgánica. Que quede claro:
Cosmética natural
Cosmética natural no es un término patentado, por lo tanto, debe tratarse de manera similar a la de los cosméticos a base de plantas. Los productores se obligan a incluir una cierta cantidad de materias primas de origen natural. Sin embargo, esto no excluye derivados químicos de materias primas naturales y también se pueden incluir subproductos animales. La cera de abejas y la lanolina a menudo se usan en cosméticos naturales. Si las materias primas provienen de la agricultura convencional, estas pueden contener sustancias nocivas desde el punto de vista de la producción.
Cosmética Orgánica, Eco o Bio
En América o Australia se tiende más a decir cosmética orgánica, mientras que en Europa de denomina biológica y en concreto en España, se utiliza el término cosmética ecológica. Este tipo de productos llevan activos vegetales de cultivo ecológico donde no se han utilizado pesticidas ni abonos petroquímicos. Además, son productos sin colorantes, conservantes, perfumes sintéticos, siliconas, aceites minerales derivados del petróleo ni sustancias animales y su proceso de transformación no contamina el medio ambiente.
Tampoco se realizan experimentando con animales. La cosmética orgánica también evita en sus formulaciones ingredientes de relleno que no sean naturales y de esta manera aumenta considerablemente el contenido en ingredientes activos que cumplen alguna función. Fíjate, si en vez de parafina, añadimos un aceite o manteca vegetal a la formulación, estaremos consiguiendo que la hidratación de la piel sea duradera al incorporar ácidos grasos que son componentes naturales de la piel y la nutrirán, en vez de la parafina que nos dará una sensación de suavidad momentánea que desaparecerá en poco tiempo
Entonces ¿Cuál es la línea que diferencia los productos orgánicos, bio, eco de los naturales?
Podemos decir que natural es todo lo que viene de la naturaleza, pero lo orgánico no. Lo orgánico, bio, eco proviene de la naturaleza, pero está completamente limpio de cualquier alteración química u hormonal. Aunque muchas veces la palabra natural se utiliza como sinónimo de orgánico, no todo lo que parece orgánico lo es. La principal característica de la cosmética orgánica, bio o eco es que utiliza ingredientes que, además de ser naturales, se han producido siguiendo los criterios para la agricultura ecológica que establece el Reglamento Europeo u otras normas equivalentes de otros países para la producción ecológica. Estos criterios incluyen la no utilización de fertilizantes, pesticidas ni herbicidas químicos, entre otros. Los ingredientes ecológicos tienen que estar certificados para poder reconocerse como tal.
Entonces, ¿cómo se yo que no me dan gato por liebre? En la cosmética orgánica, eco, bio todo el proceso completo, desde la materia prima usada hasta llegar al producto final puesto a la venta, es aprobado por mecanismos de control que certifican la calidad del producto aportándoles un distintivo o logo representativo. Y aquí a través de las certificaciones es donde te aseguras realmente adquirir lo que quieres.
Fuente: https://webvella.labellacarmela.com